Vacuna contra el VPH: A pesar de toda la propaganda a su favor, sigue siendo insegura, inútil y peligrosa

De una manera completamente acrítica, la mayoría de medios de prensa colombianos y mundiales reprodujeron una gigantesca propaganda disfrazada de estudio científico producida por el instituto europeo Cochrane a favor de la vacuna contra el VPH (Virus del Papiloma Humano).

(Ver: http://www.eltiempo.com/vida/salud/vacuna-contra-el-vph-es-segura-dice-estudio-215294)

 A grandes titulares, como si se tratara de la visita del Papa, proclamaron las últimas revelaciones de los dioses farmacéuticos:

“La vacuna del papiloma pasa examen en análisis de 73.000 casos” y “Vacuna contra el papiloma humano es segura” (El Tiempo, mayo 10 de 2018). 

Lo que a esta prensa se le olvidó decir era que el estudio del Instituto Cochrane estaba basado en datos de 26 estudios del fabricante mismo, Merck, el cual obviamente nunca iría a decir nada malo sobre su propia vacuna.

A pesar de los inmensos daños causados por esta vacuna a nivel global, ya que ha matado o discapacitado a miles de niñas, el fabricante de la vacuna, Merck, sigue patrocinando directa o indirectamente estudios para engañar a la gente acerca de su peligrosa e inútil vacuna: Gardasil.

El estudio al que se refirió esta vez la gran prensa, como ya se mencionó, fue realizado por una institución aparentemente neutral, el Instituto Cochrane, basado en Europa y con filiales por todo el mundo. Sin embargo, su estudio sobre la vacuna contra el VPH no tuvo nada de neutral, ya que este estudio no solamente fue basado en 26 estudios pagados directamente por Merck antes de que se comercializara la vacuna sino que no incluyó ningún estudio de los cientos que hay que demuestran los grandes daños que causa la vacuna. Aún más, dos de los cinco firmantes del estudio tenían conflictos de interés al haber recibido dineros de Merck, y el Instituto Cochrane mismo ha sido acusado de haber vendido su neutralidad al recibir dineros del promotor de vacunas más grande del mundo, la fundación Bill&Melissa Gates.

(Ver: http://ahrp.org/gates-foundation-buys-cochrane-integrity-for-1-15-million/)

Hay que anotar que la compañía Merck ya fue denunciada penalmente en los Estados Unidos por esta vacuna y que los cargos de que se le acusa incluyen “engaño, fraude y negligencia”, cosa que los medios de prensa colombianos decidieron ignorar.

Las acusaciones contra Merck son bastante serias y fueron reportadas por el sitio web auspiciado por Robert Kennedy, “World Mercury Project”, quien ha luchado por años para que se suprima el mercurio (una neurotoxina) en las vacunas.

Según el artículo donde se presenta esta denuncia contra Merck: “Existe evidencia documentada de que la vacuna contra el VPH ha causado más lesiones que cualquier otra vacuna en la historia. Sin embargo, a pesar de esta evidencia, la vacunación contra el VPH sigue siendo presentada como un éxito tanto por la industria farmacéutica como por los gobiernos”.

(Ver: https://worldmercuryproject.org/news/merck-accused-of-fraud-deceit-and-negligence-in-us-gardasil-case/

Lo cual es exactamente lo que la prensa y el Ministerio de Salud están haciendo en Colombia. ¿Por qué ignoran los estudios que demuestran que la vacuna es insegura y por qué ignoran a las víctimas que la vacuna está causando en Colombia? El estado y los medios de comunicación se han vuelto de facto cómplices de ese “engaño, fraude y negligencia” de que ha sido acusada Merck en los EE. UU. ¿Por qué no presentan ambas caras de la moneda en vez de presentar solo los estudios que favorecen a la vacuna?

 Si por el estudio presentado por Cochrane fuera, cualquiera creería que la vacuna contra el VPH es la panacea contra el cáncer cervical, cuando es totalmente lo contrario. Un estudio presentado recientemente en Suecia reveló que la vacuna contra el cáncer cervical no solamente no estaba previniendo ningún cáncer, sino que los estaba causando. Cuando la vacuna contra el VPH fue introducida en los EE. UU. y Suecia, las ratas de cáncer cervical habían estado descendiendo por varias décadas  gracias a las pruebas de detección temprana del mismo. Suecia sobresalía por tener la taza de cáncer cervical más baja de Europa. Sin embargo, reporta también el World Mercury Project: 

“Suecia parece estar en camino para perder esta distinción. El Centro de Suecia para la Prevención del Cáncer Cervical informó en 2017 que la incidencia del cáncer invasivo de cuello uterino ha cambiado de rumbo y está aumentando en casi todos los condados. El aumento fue particularmente pronunciado (20%) durante el período de dos años comprendido entre 2013 y 2015. Ni el Centro, ni las autoridades sanitarias ni los medios ofrecieron ninguna explicación para el cambio en las tendencias del cáncer cervical establecidas desde hace mucho tiempo en el país.”

(Ver: https://worldmercuryproject.org/news/hpv-vaccines-likely-contribution-to-swedens-spike-in-cervical-cancer/)

Como vemos, las autoridades sanitarias no ofrecieron ninguna explicación para este repentino cambio de tendencia, sin embargo en el artículo recién citado se encuentra una explicación al mencionado fenómeno:

“Un investigador sueco independiente decidió observar esto en más detalle. El 30 de abril de 2018, el investigador propuso en el la Revista India de Ética Médica (Indian Journal of Medical Ethics) que la vacuna contra el VPH puede estar causando cáncer en algunas mujeres en lugar de prevenirlo. Esta afirmación amenaza directamente el status quo de comercialización de las vacunas contra el VPH como universalmente segura y efectiva.”

La pregunta entonces es: ¿por qué está causando la vacuna contra el VPH los mismos cánceres que dice prevenir?

 Esto obedece al fenómeno de “reactivación” (conocido por el fabricante y la FDA), según el cual, dice el mismo artículo:

“una vacuna desencadena un virus latente para que manifieste ‘síntomas graves de reactivación’. Con más de 200 cepas conocidas del omnipresente virus del papiloma humano (y más de una docena de las mismas que están asociadas con el cáncer de cuello uterino), es completamente plausible que la vacuna contra el VPH pueda reactivar cepas de VPH que causan cáncer (tanto en la cepas que eran el "objetivo" de la vacuna como como en las que no lo eran) en mujeres infectadas previamente con VPH.” 

En resumen, el monstruo de la vacuna se desencadena en mujeres previamente afectadas con el virus del papiloma humano, convirtiendo los virus latentes en virus cancerosos. Como sabemos, en Colombia la vacuna se aplica masivamente y NO se hace ninguna prueba para saber si las niñas inyectadas tienen o no el VPH antes de ser vacunadas, así que es perfectamente posible que la vacuna vaya a desencadenar como en Suecia la aparición de cánceres del cuello uterino en niñas que de otra manera estarían perfectamente sanas.

Sin embargo, esta información acerca del peligro de que la vacuna pasara de “prevenir” el cáncer a producirlo ya era completamente conocida. Estamos posiblemente ante otro caso de negligencia criminal: Para el año 2006, Merck reportó a la FDA durante sus pruebas de la vacuna que el riesgo de contraer cáncer cervical aumentaba hasta en un 44.6% si la persona vacunada ya estaba afectada con el VPH, cepas 16 y 18. ¿Qué sucedió entonces? Que esta información no se dio a conocer al público y que la FDA no recomendó que se hicieran pruebas de detección para ver si la persona ya estaba infectada con estas cepas antes de proceder a la vacunación.

(Ver: https://www.thehealthyhomeeconomist.com/gardasil-increases-cervical-cancer-risk-for-sexually-active/)

Veamos lo que esto representa: La compañía farmacéutica NO informa en la ficha técnica de la vacuna acerca de muchos de sus posibles efectos colaterales y la FDA, encargada de velar por la seguridad de estos productos médicos le da paso libre al fabricante para que comercialice su vacuna sin avisar a las víctimas potenciales de estos posibles efectos. Lo de Suecia, entonces, no se está dando por accidente, tanto el gobierno de los EE. UU., como el fabricante de la vacuna, Merck, sabían de estos posibles y peligrosos efectos de la vacuna, pero decidieron ocultarlo al público. No es de extrañar que Merck esté siendo demandada por no solo por fraude, engaño y negligencia, sino además por “tergiversación negligente, producto defectuoso, advertencias e información inadecuadas y agresión médica”.

Esta demanda se da por el caso de una chica de 16 años que recibió en los Estados Unidos las tres dosis de Gardasil entre 2010 y 2011, “poco después de recibir su tercera vacuna, sufrió una reacción adversa severa, cuya naturaleza y complejidad no se diagnosticaron hasta 2015, cuando finalmente recibió el diagnóstico de Síndrome de taquicardia ortostática postural (POTS).” 

La chica estaba perfectamente saludable antes de recibir la vacuna. Es entonces que la familia decide realizar esta demanda, única en su tipo, ya que en los Estados Unidos no se puede demandar a los fabricantes de las vacunas por los defectos de sus productos, pero en este caso “la demanda describía el hecho de que la demandante y su familia creían que Merck de una manera engañosa y fraudulenta no había llevado a cabo en el período de procesamiento de preaprobación y posteriormente, las investigaciones y estudios científicos y médicos materiales relacionados con la seguridad, eficacia y necesidad de la vacuna Gardasil como era requerido por y bajo las directivas y regulaciones de la FDA.”

(VER:[https://articles.mercola.com/sites/articles/archive/2010/07/20/does-gardasil-actually-increase-your-risk-of-cervical-cancer.aspx]

 Aunque los fabricantes no pueden ser demandados en USA por los efectos de las vacunas, aquí estamos hablando de un caso que ya había sido juzgado en el “tribunal de vacunas” del Programa Nacional de Compensación de Lesiones Causadas por Vacunas de Estados Unidos (VICP, por sus siglas en inglés), el caso fue ganado ante esta corte, pero la familia no aceptó la compensación y de esa manera fue que pudo demandar a Merck ante la justicia ordinaria.

Existe también evidencia de que las mismas pruebas de la vacuna se llevaron  cabo de manera fraudulenta para que no se vieran los efectos adversos  de la misma. No se comparó el grupo de vacunación con el grupo de control al que se le debía aplicar una solución estéril y en vez de eso se comparó con un grupo al que no se le aplicó una solución estéril sino una solución que contenía aluminio, el adyuvante de la vacuna. De esa manera lograron decir, como lo proclama el “estudio” del Instituto Cochrane, que la vacuna era “segura”.

Volvamos de nuevo a la propaganda masiva basada en el viciado estudio del Instituto Cochrane. Como en una cartilla religiosa, el periódico El Tiempo de Colombia del 15 de mayo de 2018, hace una serie de preguntas “con el fin de difundir este conocimiento“ o sea el supuesto “conocimiento” aportado por el estudio. Dos de las casi dos docenas de preguntas que se hacen nos demuestran cómo funciona una campaña de ignorancia y desinformación. Por ejemplo, se  pregunta El Tiempo:

“¿Se puede aplicar si la citología muestra un resultado positivo para el VPH?” Y, aquí su propia respuesta, que ignora por completo la reciente noticia publicada sobre Suecia: “La vacuna previene, pero no cura la infección que ya se tiene; sin embargo, en este caso lo ideal es conocer el tipo de virus que está presente porque la vacuna puede protegerla contra otros. En estos casos, la efectividad de la vacuna puede disminuir.”

En Colombia no se hace ninguna citología antes de la aplicación de la vacuna, luego nunca se va a saber si la persona ha sido previamente afectada. NO se menciona en absoluto que el riesgo de cáncer puede aumentar en un 44.6%. Además, si se hiciera una citología NO habría necesidad de esa vacuna.

Otra de las preguntas de este catecismo farmacéutico reza así:

“¿La vacuna contra el VPH es segura? Todos los estudios hechos demuestran que la vacuna es segura, y su aplicación no representa riesgos mayores para quien la recibe.”

La respuesta es absolutamente falsa NO todos los estudios hechos demuestran que la vacuna sea segura y mucho menos que no represente ningún riesgo para quien la recibe. Esta no es solamente una información falsa, sino de una negligencia criminal, por lo cual el fabricante, Merck, está ante una corte en los EE. UU. 

Ya que los periodistas que produjeron esta nota parecen no leer ni investigar, con mucho gusto les presento este enlace con 58 estudios que muestran la inseguridad de la vacuna:

[http://www.greenmedinfo.com/anti-therapeutic-action/vaccination-hpv-gardisil]

En el mismo enlace podrán leer acerca de 41 enfermedades diferentes causadas por la vacuna, sin mencionar la muerte, que también es una de las posibles consecuencias de una vacuna que según el diario citado “no representa riesgos mayores para quien la recibe”.

En resumen: Existe una campaña a nivel global por parte de la compañía Merck para lavar la realidad de un producto defectuoso y dañino, su vacuna Gardasil, y presentarlo como un producto “seguro y efectivo”. Esta campaña global solo es posible por el grado de corrupción de esta compañía y de sus aliados en la venta e inoculación de este producto defectuoso: La Organización Mundial de la Salud (OMS), la Organización Panamericana de la Salud (que comercializa el producto) y los ministerios de salud de los países que promueven la vacuna a costa de la salud o hasta muerte de las vacunadas. El Instituto Cochrane solo es el medio utilizado para darle “respetabilidad” al supuesto estudio. ¿La razón de esta campaña? No se trata de proteger la salud de nadie ni de prevenir ningún cáncer cervical ya que esta vacuna no se ha demostrado que proteja contra ningún cáncer, lo que se trata es de proteger un gigantesco negocio de vacunación de billones de dólares anuales que se vino al piso cuando empezaron a aparecer víctimas de esta vacuna por todo el mundo.

Merck ya ha sido demandada en Colombia y ahora en los Estados Unidos. Sí, la misma compañía Merck que fue acusada en otro caso criminal por su pastilla para el dolor Vioxx que resultó matando a sus consumidores de ataques al corazón y por la cual ha pagado billones de dólares en indemnizaciones. 

¿Confiarían ustedes la salud de sus hijas a una compañía que miente y engaña para vender sus productos y que tiene antecedentes criminales? O poniéndolo de otro modo, ¿dejarían que sus hijas fueran tratadas por un médico acusado de negligencia criminal al tratar a otras pacientes? 

Pues bien, eso es lo que quiere el gobierno colombiano, apoyado por los medios de comunicación, rompiendo de paso la ley y el derecho al consentimiento informado que se ganó por medio de una tutela. En vez de “consentimiento informado” lo que se nos presenta es una gran campaña de desinformación para que se creen nuevas víctimas con la vacuna  y para que las arcas de Merck se sigan llenando de dinero contaminado de sangre y muerte.

Mientras tanto, las víctimas de la vacuna contra el VPH en Colombia siguen sin tratamiento, no han sido reconocidas como tales, sus vidas están siendo destruidas y sus familias están siendo desgarradas a causa de una vacuna innecesaria, inútil y peligrosa.